ANTES QUE NADA: Se que muchas van a odiarme luego de esto porque (por alguna extraña razón) muchas mujeres aman esta base cremosa y no pueden concebir su vida sin su presencia. Pero bueno... Esta solamente es mi opinión, mi experiencia con el productito de morindanga y espero no ofender a nadie con ella.
Eran tiempos dorados de un pasado mejor (¡Grande Calamaro!) cuando yo tenía mis preciosas 15 primaveras y no tenía ni la más mínima idea acerca del maquillaje. Para mi, todas las pieles eran iguales y no importaba cuantos polvos y harinas te echaras en la cara, llevar el rostro terso, sin imperfecciones y de otro color diferente que el resto de tu cuerpo era el ÚLTIMO LLAMADO DE LA MODA. En fin, lo único que quería hacer era maquillarme y ocultar los vellos de mi bigote que la pereza me llevaba a no extirpar.
La madre de una alumna de mi madre (perdón por el enriedo) vendía cosméticos AVON por catálogo y... Vamos, todas a esa edad piensan que AVON es la marca más genial del maldito mundo. Por supuesto que MAC, RIMMEL y MAYBELLINE eran amigas desconocidas para mi en aquel entonces. Por lo que no pude resistirme, y con algunos pesitos en mi bolsillo (gracias abuela por el dinerito) me obligué a encargar LA BASE CREMOSA COLOR TREND DE AVÓN QUE TE DEJABA UN ACABADO SUPER MATE Y DE PIEL DE PORCELANA QUE PARECÍAS UNA BARBIE (Foto al final de la entrada).Tenía su precio en aquel entonces (bastante elevado, por cierto) y un packaging diferente al actual pero aún así la pedí.
Viene dentro de un botecito, traía 60 gramos en aquella época, su aroma es bastante agradable al igual que su textura y me costó cerca de $50 argentinos. La etiqueta trasera dice: "Un maquillaje humectante traslúcido para todo tipo de piel. Cubre en forma tenue dejando la piel fresca y tersa". MENUDA MENTIRA.
Semanas después llegó mi preciosa y me lancé de inmediato a ella, con la intención de untarme esa magia en el rostro. Y ahí comenzaron los problemas.
Por empezar, el color que había pedido era "claro" en lugar de "medio" (que es mi tono de piel) y la base no tenía una tonalidad de color pielcita sino que era rosada. No miento... RO-SA-DA. Y al colocártela en la cara parecía que te habías echado pintura en lugar de maquillaje. Pero eso no era lo peor de todo, no señores. La base traía BRILLOS incluidos que me hacían parecer al vampiro EDWARD CULLEN. y... ¡OH POR DIOS! Si yo lo que buscaba era un efecto mate, no parecer una bombilla de árbol de Navidad. En definitiva... Un fiasco, FIASCO TOTAL.
Pero como me había costado bastante y en aquella época no sabía colocarme correctamente el producto, decidí guardarla y ver si al añejar mejoraba su situación.
Pues no.
4 años después la base sigue siendo la misma PORQUERÍA que en sus comienzos. Y al parecer, los años han hecho que su color rosa se acentué y los brillos no desaparezcan... Por lo que tengo medio bote lleno que se irá directo a la basura. Me duele mucho el saber que gasté tanto dinero en una basura que si la hubiera fabricado yo con mis propias manos me habría quedado mejor pero bueno... Así es el mundo muchachas, nada es perfecto.
Espero que esta reseña les haya servido para comprender mi dolor y odio al mundo entero en aquel momento, y que las lleve a tener cuidado antes de adquirir la bendita base (¿Nadie podía avisarme que traía brillos? ¿DE VERAS?). Si alguna de ustedes ha tenido la suerte de usarla y que le haya quedado bien me gustaría que me dejara un comentario en la entrada, para comparar resultados y ver si realmente el problema era que yo la estaba usando mal, o que sucedió, porque honestamente esta base me ROMPIÓ EL CORAZÓN.
Hasta la próxima entrada, BESOS VOLADORES a todas mis lectoras, nos leemos pronto.
